En la provincia de Tucumán, se ha puesto en marcha la reactivación de 505 viviendas que habían quedado paralizadas durante más de un año. Este proyecto, impulsado por el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), ha sido posible gracias a la reorganización de las cuentas provinciales y a la decisión del gobierno de priorizar la obra pública.
Las viviendas serán construidas en localidades como Burruyacu, Río Seco, La Cocha, Bellavista y Los Villagra, entre otras. Además, se han reiniciado 222 obras y se espera que en un mes se reactiven otras 454, lo que permitirá alcanzar un total de 1.181 viviendas en ejecución.
Se estima que, con este plan, serán generados cientos de empleos directos e indirectos, beneficiando a trabajadores de la construcción y a la industria de insumos locales. El efecto multiplicador en la economía ha sido destacado por las autoridades, quienes aseguran que una parte de la inversión regresará al Estado en forma de impuestos.
Respecto al acceso a estas viviendas, se ha informado que los beneficiarios deberán estar inscriptos en el IPV. En algunos casos, se actualizarán los listados previos y se realizarán nuevos sorteos para garantizar la transparencia del proceso.
Además, se ha confirmado la reactivación del programa Procrear 2, que permitirá la construcción de 1.600 viviendas y 1.400 lotes con infraestructura. Este ambicioso proyecto busca mejorar la oferta habitacional en el área metropolitana de Tucumán, donde se ha registrado un déficit de al menos 33.000 viviendas según el último censo.
Por último, se ha hecho un llamado a los adjudicatarios para que regularicen el pago de sus cuotas, ya que este ingreso es fundamental para la construcción de nuevas viviendas. Desde el IPV, se ha señalado que muchas cuotas son extremadamente bajas y necesitan ser ajustadas para garantizar la sustentabilidad del sistema habitacional de la provincia.
Con estas iniciativas, se espera reducir el déficit habitacional y mejorar las condiciones de vida de miles de tucumanos que aún esperan el acceso a una vivienda digna.
