El pasado sábado, durante un partido de la división Intermedia entre San Ignacio y Sporting en Mar del Plata, se vivió un momento de extrema tensión que terminó con un gesto de humanidad y valentía. Lucas Cedarry, jugador de Sporting y oriundo de Villa Gesell, sufrió un paro respiratorio tras recibir un golpe en el pecho. Cayó al suelo, comenzó a convulsionar y dejó de respirar.El rival que se convirtió en salvadorEzequiel Echeveste, pilar de San Ignacio, guardavidas y comerciante, no dudó en actuar. Con formación en primeros auxilios, corrió hacia Cedarry, lo giró para evitar que se ahogara y, al confirmar que no tenía pulso ni respiraba, inició maniobras de RCP. Mientras otros jugadores buscaban el desfibrilador (DEA), Echeveste continuó con la reanimación hasta que Cedarry dio una bocanada de aire, justo antes de que el DEA descargara.
Un rescate en equipoLa ambulancia tardó 25 minutos en llegar, pero gracias a la rápida y coordinada intervención de jugadores, personal médico y miembros de la Fundación Desfibrilar, Cedarry fue estabilizado y trasladado a una clínica. Pasó 48 horas en observación y recibió el alta sin secuelas.Más allá del deporteEl lunes, ambos jugadores se reencontraron en Canal 10 de Mar del Plata. Sin camisetas ni rivalidades, se abrazaron con emoción. Echeveste expresó su deseo de que este episodio motive a más personas a capacitarse en primeros auxilios: “Saber actuar rápido puede salvar una vida”.
