Se trata del primer quiste de cuerdas vocales de esa magnitud que se opera en un niño de solo pocos días de vida.
El jefe del servicio de Endoscopia del Hospital del Niño Jesús, Carlos Mariotti, brindó detalles sobre la intervención que se realizó en el niño, quien presentaba un quiste de cuerdas vocales que ocupaba más del 90 por ciento de la luz de su vía aérea, complejizando su capacidad respiratoria. A la fecha el paciente evoluciona favorablemente.
El profesional comentó que se trata del primer quiste de cuerdas vocales de esa magnitud que se opera en un niño de solo pocos días de vida: “Le producía una dificultad respiratoria importante y una disfonía marcada. En un bebé tan pequeño y con un peso de 2,900 kilos, se hace la cirugía con ópticas para magnificar las imágenes, se emplean tijeras laríngeas y agujas para poder sustraer el líquido que contiene y después sacarle todo el techo al quiste”, detalló.
Siguiendo esta línea el especialista destacó que se habla de una cirugía microscópica de gran precisión, ya que, si bien el quiste tenía un tamaño de aproximadamente un centímetro de diámetro, para este niño eso implicaba una ocupación del 90% de la luz de la vía aérea, lo cual le producía una gran dificultad respiratoria: “Las imágenes de la respiración del paciente previas a la cirugía mostraban hundimiento de pecho y requerimiento de oxígeno debido a esa dificultad. En el post quirúrgico inmediato el paciente salió sin ningún tipo de esfuerzo, tuvo una respuesta más que positiva y al control de los 10 días siguió respirando sin oxígeno y sin ningún tipo de esfuerzo”.
Sobre el cuadro general del paciente, Mariotti también comentó que la madre del niño refirió que, tras la intervención, incluso mejoró su capacidad de alimentarse y que está aumentando de peso, lo cual habla a las claras de los efectos positivos de la cirugía: “El paciente tiene que seguir recibiendo controles periódicos, porque se trata de un quiste que puede recurrir, es decir que muchas veces uno lo opera, libera toda la cápsula del mismo y sin embargo puede formarse de vuelta”.
El año pasado el profesional practicó una intervención de similares características por primera vez en el sistema público: “El primer caso fue un quiste supra glótico -por encima de las cuerdas vocales- que afortunadamente no volvió a repetirse. En este caso el quiste se encontraba en las cuerdas vocales, entonces hay que hacer un seguimiento cada 20 a 30 días, luego cada dos meses y posteriormente según la clínica que presente el paciente. Si comienza nuevamente con síntomas de dificultad respiratoria, para alimentarse, si produce un sonido con la laringe al tomar aire, en ese caso hay que volver a evaluarlo urgente, este tipo de patologías son muy infrecuentes”.
El equipo de trabajo está conformado, además del profesional, por el doctor Matías Gómez Molina y los enfermeros e instrumentadores Mario Ortiz y Raquel Robles: “Se necesita de muchas manos, mucho cambio de instrumental, se trabaja por una laringe de 7 milímetros por 5 y sobre un quiste de casi un centímetro, entonces ocupaba casi todo el campo quirúrgico”.
“Queremos agradecer a las autoridades del Ministerio de Salud Pública y del Hospital del Niño Jesús por hacer esto posible, gracias al equipamiento que tenemos y al personal estamos pudiendo hacer en la provincia estas intervenciones, de esa manera se evita el desarraigo de la familia con el resto de los hijos y el gran gasto extra para los pacientes que dejan de trabajar, entonces confiamos en que a futuro vamos a recibir incluso nuevo equipamiento que nos permita continuar avanzando”, concluyó.