El operativo contrarreloj para salvar a Rayan, el nene de cinco años que cayó en un pozo de 32 metros de profundidad hace dos días, sigue adelante y todo Marruecos queda pendiente de lo que ocurre en el pueblo de Ighran, en el norte del país. Los rescatistas pudieron darle agua y oxígeno y el chiquito “está vivo”.
Según el canal marroquí Le 360, los rescatistas ya lograron excavar 22 metros en un pozo paralelo para, desde ahí, acceder al fondo del pozo donde se encuentra Rayan. Todavía les falta cavar unos 10 metros. En la zona trabajan unas cinco retroexcavadoras.
Así está Rayan en el fondo del pozo
Los equipos de rescate, movilizados desde hace más de 24 horas, no pudieron bajar directamente al pozo porque “su diámetro es inferior a 45 centímetros”, indicó Abdelhabi Temrani, responsable de las operaciones, a la televisión pública Al Oula.
A partir de los 26 metros, el diámetro se achica aún más y es de unos 20 centímetros, sostuvo un periodista del canal público 2M.

Un voluntario intentó anoche bajar al pozo sostenido por una cuerda pero se atascó en el camino, ya que se trata de una cavidad muy estrecha que albergaba agua pero ahora está seca.
Cómo fue la caída del nene
Rayan cayó en este pozo de 32 metros que pertenece a su padre, el martes 1 de febrero alrededor de las 2 de la tarde. El hombre estaba trabajando en el lugar cuando en un momento de inadvertencia el chiquito se acercó y cayó.

Los efectivos marroquíes introdujeron desde el principio oxígeno y agua con azúcar al lugar donde Rayan está atascado para mantenerlo en vida.
Además, pudieron establecer una conexión video para monitorearlo. En las imágenes, se puede ver al chiquito en el fondo del pozo, cubierto de tierra y con sangre en la cabeza, por lo que pudo haber sufrido alguna herida en la caída.