Tras el ataque en Acheral, el Ministerio de Educación refuerza estrategias de contención en las escuelas
El reciente episodio de violencia en la escuela José Ingeniero Álvarez Condarco de Acheral, donde un estudiante de 14 años fue apuñalado por un compañero en plena clase de Educación Física, generó preocupación en la comunidad educativa y reabrió el debate sobre la seguridad en los establecimientos escolares.
En una entrevista con LV7, la Ministra de Educación de Tucumán, Susana Montaldo, aseguró que desde su cartera se trabaja en la prevención de estos episodios mediante un enfoque integral que involucra a psicólogos, pedagogos, asistentes sociales y el área de salud mental.
«Estamos trabajando en una gran articulación entre distintas áreas preocupadas por el acompañamiento de los padres a los hijos. Los chicos piden ser escuchados, y la falta de comunicación con la familia es uno de los principales problemas que ellos mismos identifican», sostuvo la ministra.
Un problema que va más allá de las escuelas
Montaldo hizo hincapié en que los actos de violencia entre adolescentes no pueden analizarse únicamente dentro del ámbito escolar, sino como parte de una problemática social más amplia. Explicó que el contexto económico y la exposición constante a contenidos violentos en redes sociales influyen en la forma en que los jóvenes gestionan sus emociones y conflictos.
«Se ha naturalizado la violencia. El bullying ocurre en las casas entre hermanos, y muchas veces los adultos no nos damos cuenta de que estamos transmitiendo malos ejemplos», remarcó.
La funcionaria también alertó sobre otro dato preocupante: durante un encuentro con 500 alumnos de diferentes escuelas secundarias de la provincia, los jóvenes identificaron al suicidio como su segunda mayor preocupación, después de la falta de comunicación con sus familias.
¿Es necesario implementar controles en las escuelas?
Uno de los puntos más controversiales de la conversación fue la posibilidad de realizar cacheos a los alumnos al ingresar a las instituciones, una medida que en el pasado se aplicó en algunas escuelas de la provincia.
«Es terrible, pero en algún momento tuvimos que hacerlo. No es algo que deba ocurrir, pero es un síntoma social que nos tiene que preocupar a todos y nos obliga a tomar medidas necesarias», señaló la ministra.
Desde el Ministerio de Educación aseguraron que están reforzando las instancias de diálogo y prevención, mediante reuniones con padres y capacitaciones sobre convivencia escolar.
El caso de Acheral, sumado a otros episodios recientes de violencia escolar en Tucumán, deja en evidencia la necesidad de repensar el rol de la familia, la escuela y el Estado en la formación de los jóvenes.
«No podemos permitir que la agresión y la falta de respeto se conviertan en lo normal. Es fundamental que los adultos asumamos nuestra responsabilidad y trabajemos juntos para revertir esta situación», concluyó Montaldo.
El violento episodio ocurrido en Acheral ha puesto en evidencia la creciente preocupación por la seguridad en las escuelas de Tucumán. Con la intervención del Ministerio de Educación y diversas áreas del gobierno provincial, se busca dar respuestas a una problemática que no solo afecta a las víctimas directas, sino a toda la comunidad educativa. La ministra Susana Montaldo resaltó la necesidad de un trabajo conjunto entre familias, docentes y autoridades para abordar la raíz de la violencia juvenil. En este contexto, la prevención y la contención son fundamentales, así como un compromiso decidido de los adultos para asegurar que los jóvenes crezcan en un entorno de respeto y diálogo.

