Un hito en la biotecnología fue alcanzado por la empresa Colossal Biosciences, que logró el nacimiento de tres cachorros con características del extinto “lobo terrible” (Canis dirus), una especie que había desaparecido hace más de 10.000 años. El avance ha sido considerado como la primera desextinción funcional registrada hasta la fecha, marcando un paso firme en el intento de recuperar especies desaparecidas mediante ingeniería genética.
Los animales, bautizados Rómulo, Remo y Khaleesi, fueron gestados en una instalación privada ubicada en el norte de Estados Unidos. Aunque no son clones exactos, fueron obtenidos mediante la edición de ADN de lobos grises, en el que se introdujeron genes clave del lobo terrible, recuperados de fósiles de hasta 70.000 años de antigüedad.
Las modificaciones genéticas fueron realizadas con tecnología CRISPR, que permitió insertar 20 genes diferenciadores en células vivas. Posteriormente, embriones viables fueron creados e implantados en lobas grises, que llevaron a cabo la gestación. El resultado: tres ejemplares con mayor tamaño, pelaje denso y estructura robusta, características atribuibles al lobo terrible.
La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, explicó que “no se ha tratado de recrear una copia exacta de la especie extinta, sino de generar una versión funcional que conserve sus principales atributos”. La elección del lobo terrible respondió a motivos técnicos, ya que, al compartir genética con lobos modernos y perros, se facilitaron las etapas de reproducción asistida.
Este tipo de avances está siendo acompañado por debates éticos y científicos. Se discute el impacto ecológico de reintroducir organismos modificados y el riesgo de alterar ecosistemas actuales. La observación de los nuevos ejemplares será realizada en los próximos meses para analizar su comportamiento, crecimiento y desarrollo fisiológico.
Además del lobo terrible, otros ambiciosos proyectos de desextinción están siendo impulsados por Colossal, entre ellos, la recreación del mamut lanudo mediante la modificación de elefantes asiáticos, y la resurrección del dodo, extinto desde el siglo XVII. En 2023, ratones modificados genéticamente desarrollaron pelaje similar al del mamut, lo que fue considerado un paso previo antes de intervenir directamente en elefantes. El primer embarazo de un elefante con genes del mamut se espera para 2026.

Por fuera de la desextinción, la biotecnología desarrollada por Colossal también ha sido aplicada en conservación. En 2024, la empresa participó en un programa para diversificar genéticamente a la paloma rosada, especie amenazada, con el objetivo de mejorar su resistencia a enfermedades y evitar la endogamia.
La reaparición del lobo terrible, aunque parcial, ya fue recibida como un símbolo del poder biotecnológico actual y un anticipo de los cambios que podrían ser introducidos en la relación entre ciencia, naturaleza y evolución.

